La localización es muy buena, en el mismo Paseo de la Fama, que está un poco más adelante y se puede ir caminando. Al lado del hotel había un par de personas viviendo en tiendas de campañas, pero no hubo ningún inconveniente con eso, aunque pasamos varias veces por su lado (en Los Ángeles hay muchas personas viviendo en esas tristes condiciones).
El parking del hotel es reducido pero pudimos aparcar dentro todos los días. La habitación estaba bastante bien y con cocina, aunque una renovación sería necesaria. También vimos cucarachas pequeñas en un par de ocasiones (estábamos alojados en la planta baja, habitación 105). El aire acondicionado resultaba un poco ruidoso y había un sistema de calefacción que nunca pudimos apagar.