Lo único bueno del hotel es que tiene parking gratuito.
Nos alojamos en la habitación 308, no sé cómo estarán el resto, pero esto es lo que nos encontramos: el ascensor no llega a la tercera planta, así que hay que cargar las maletas por la escalera, era una buhardilla, nada que ver con las fotos, claustrofóbica (una pequeña ventana en el techo), hacía un calor horroroso y no tenían ni ventilador, lámpara de la mesa de noche rota, bombilla del espejo del baño rota, silla de la habitación rota, caja fuerte rota, alcachofa de la ducha rota, el desagüe de la ducha no funcionaba y se inundaba, el agua caliente sale tibia (no caliente) las paredes eran de cartón y se escuchaba todo, imposible descansar. Es difícil que fuera peor.
Obviamente pedimos cambiar de habitación pero nos dijeron que el hotel estaba lleno y no pudimos.