La ubicación entre viñedos de este alojamiento es maravillosa, así como su restaurante, te alojes allí o no, super recomendable. Disfrutamos muchísimo de la comida y del vino del propio viñedo. Tambien es muy de agradecer que ofreden una pequeña degustación de sus vinos a los huéspedes. En cuanto a la habitación, la nuestra en particular era simple pero correcta aunque muy fría y sin mantas de repuesto, que tuvimos que pedir para la siguiente noche porque la primera tuvimos frío. Nos las dieron y mucho mejor, pero la habitación seguía siendo fría y solamente calentable por aire caliente. Supongo que es una habitación poco orientada al invierno, en otras épocas debe estar mucho mejor. El desayuno es un buffet no muy variado pero correcto. Lo peor, para mi, fueron las camas, bastante incómodas. Lo mejor, la ubicación y el restaurante.