Hemos estado muy a gusto en este pequeño riad con encanto. Los desayunos, fantásticos en el patio tranquilo. El servicio, también, muy amable y el resto de clientes, discretos y respetuosos, evitando ruidos. El riad está siempre limpio y con un maravilloso olor a azahar!!! La terraza muy recomendable para descansar o cenar. El establecimiento está bien situado, cerca de Jmaa El Fna, el zoco... todo lo hemos recorrido a pie. Recomendamos elegir las habitaciones del primer piso o la del segundo. A tener en cuenta: la persona que trabaja en recepción sale a buscar a los clientes fuera de la medina porque no se puede acceder en vehículo.