Vamos por partes. Primero partimos con que es un hotel de dos estrellas, las habitaciones están bien, limpias y funcionales y el cuarto de baño también está bien nada que objetar. La atención por parte de personal excelente siempre intentando ayudar a aconsejarte y preguntándote si deseas cualquier cosa en la que te puedan ayudar. Está bien cerca de la playa aunque hay que decir que en esta playa hay un desagüe en el que vienen aguas fecales que da a un lado de la playa quizá por eso no esté tan concurrida como las que están cerca, tanto hacia Foz como hacia la playa las catedrales y más allá. Pero, y aquí viene lo no tan bueno, "no tiene ascensor" y buscando en la página vi un icono que ponía escaleras muy chiquitito y apenas perceptible que pasa desapercibido para la vista de que está buscando donde alojarse, y para mi mala suerte me tocó el segundo piso, al principio bien pero al final es un fastidio tener que estar bajando para desayunar, volviendo a subir, bajar a la playa volver a subir bajar a comer, etc. Lo segundo era el desayuno que yo tenía contratado tipo buffet así lo ponen la reserva de hoteles.com, pero cuando llegamos allí se nos informa que es tipo continental y que podemos repetir pero después de cinco días desayunando lo mismo aburre, y no obedece a lo contratado como bufet. Y tercero, y es que lo contraté a última hora por problemas personales y ciento cincuenta euros cada día no lo vale pero como era agosto me tuve que aguantar.