El adjetivo adecuado es tranquilo. Me levanté pronto, y mientras esperaba a que mi compañero de viaje se levantara, poder disfrutar del un maravilloso silencio en la terraza, mientras tomaba un café, fue realmente balsámico. La amabilidad de la pierna de recepción, Paqui, también es digna de resaltar.
El camino para llegar al hotel no es malo. Estrecho en algunos puntos y desde Mula hay que atravesar dos puentecillos con un ángulo incómodo de entrada. El acceso es un poco más cómodo desde el Niño de Mula. Pero por ambas rutas, con circular a una velocidad adecuada es suficiente.,