El personal fue muy amable, tanto el chico de la tarde como la chica de la mañana. Debido a un problema nos dijeron que no nos podían poner en la habitación que habíamos reservado y nos dieron una habitación en el sótano, que no era lo mejor a nivel iluminación ni ventilación... Además olía bastante a tabaco, lo que sumado al hecho de que no podíamos abrir la ventana hizo que el olor se notara bastante. Incluso había algo de ceniza en una de las mesitas de noche. Eso si, el desayuno fue espectacular y como hemos dicho, el personal de lo más amable.