Apartamento antiguo parcialmente renovado. En mi opinión han descuidado lo principal y han invertido dinero en lo superfluo. Ni el baño ni la cocina estaban renovados y la cama era un sofá-cama con un colchón muy fino e incómodo. Para ser un estudio cuya única cama es el sofá-cama deberían haber invertido en un colchón más grueso o de mejor calidad, o, lo que creo más conveniente, poner una cama en lugar del sofá cama. En general, yo replantearía toda la distribución del salón-comedor-habitación para hacerla más práctica y cómoda.
Lo positivo es que los muebles y lámparas eran nuevos, modernos, y habían sido elegido con buen gusto.
El baño y cocina, a pesar de no estar renovados, estaban bien conservados y en buenas condiciones. En la cocina faltaban enchufes y habían hecho un añadido (un mueble) para esconder el termo y enchufarlo en el único enchufe libre que había en uno de los laterales (poca vista!). Deberían cuidar más esos pequeños detalles que hacen cómoda o no la estancia y que ayuda a que el cliente repita o no.
Lo mejor la ubicación, justo a pie del telecabina y el telesilla del sector El Tarter de Granvalira. Lo peor de la zona de El Tarter es la falta de servicios: supermercado, bares o restaurantes. Está más enfocado a que te cocines todo el tiempo en el apartamento o te desplaces con coche si quieres disfrutar de una variedad de bares y restaurantes.