El personal de la recepción fue muy amable ,menos una chica con acento latino. Fue bastante borde las dos veces que tuve que hablar con ella. No doy sensación de amabilidad ninguna y si de prepotencia y soberbia.
Una de las veces pedí para el desayuno una tostada con tomate ,y me trajeron tostada con mermelada ,quizás me entendió mal ,no pasa nada es un error sin importancia ninguna ,pero cuando llame para comunicarlo ,si contestación fue que si no la pido de tomate se pone con mermelada en un tono muy altivo y soberbio ,le respondo que quizás no me había entendido cuando la pedí de tomate, pues en vez de pedir disculpas por el error su respuesta fue que me habían traído lo que yo había pedido que ahora me llevaban la de tomate con un tono rozando lo agresivo y me colgó el teléfono dejándome con la palabra en la boca ,ya que quería pedir algo mas.
El día anterior también sufrí su mal humor y poca profesionalidad de cara al cliente por el jabón de la ducha.
Por lo demás toda la estancia espectacular...