Pasamos una noche en nuestro regreso a casa. Este hotel ha sido realmente un descubrimiento. En un pueblo tranquilo cerca de la autopista, bien comunicado y con muchas cosas que ver a poca distancia. Muy buena localización por ejemplo para visitar el Canal de Castilla. Beatriz nos atendió estupendamente. Todo está muy cuidado y lleno de detalles. Cenamos en ese patio tan mono y fresquito que tienen. La cena riquísima, descubrimos sabores nuevos en esa carta tan original que ofrecen. El desayuno muy bueno también. La habitación, en la buhardilla, no tenía aire acondicionado pero dormimos estupendamente con la ventana abierta por la que entraba un fresquito superagradable. En fin, muy recomendable, volveremos si pasamos de nuevo por la zona.