Tiene unas buenas instalaciones para poder haber creado un gran hotel, sin embargo, la nula limpieza de las habitaciones y sus baños (bichos por todas partes, mosquitos como en ningún otro sitio de Tofo, almohadas malolientes y con arañas en su interior...), así como una atención poco cercana (a diferencia de todos los demás sitios de Mozambique), hacen que tu estancia se amargue. Aunque se indica en la web, la distancia al centro es otro inconveniente, así como sus múltiples fiestas y cines (a todo volumen) y menús diarios basados en cómo superar tu resaca (parece que estás en Ibiza y no en un país tan increíble como Mozambique).
No lo recomiendo a nadie, a menos que tú objetivo del viaje sea emborracharte todos los días.