Se siente uno en familia y, además que es muy privado el lugar. A pesar, de estar en tiempos del COVID-19, la familia de don Chucho nos atendieron muy bien, en una oportunidad cenamos juntos y, hablamos hasta de las fiestas de Santa Cruz. El lugar, te permite moverte a varios lugares de Monteverde. Y los desayunos de don Chucho, muy buenos, la verdad es que pequé en las cantidades pero, es que no podés dejar comida en ese plato.