La recepción, el desayunador y los dueños, todo muy bien y agradables. Lamentablemente nos alojaron en el edificio del fondo, que comparte el terreno con un vecino muy descuidado, que tiene animales (ovejas, gallinas, etc), con moscas, olor y desechos de obra. Una pena. El Wifi en la habitación nunca funcionó.