Elegimos esta riad por los buenos comentarios que tenía y todavía no los entendemos.
Si quieres alojarte en un lugar en el que decidan por ti dónde comer, qué visitar o cómo moverte este es tu lugar. Quizás me equivoque al usar la palabra decidir, teniendo que decir obligar.
La llegada a la riad es difícil ya que tienes que ir por un laberinto de calles que, o te explican al inicio o te vas a perder varias veces, como nos pasó a nosotros. Una vez llegamos a la riad (como ya digo entre callejones, algunos sin luz) nos reciben, nos sientan en unas sillas y echan la bronca por que nuestro guía de los anteriores días no le llamo para que nos recogiesen en la plaza principal. Tras el enfado nos preguntan por nuestros planes para cenar e indicamos que queremos ir a un restaurante que nos habian recomendado y que tenemos reserva en media hora. Nos dicen que existe un restaurante parecido a la vuelta (mentira), nos dicen que no llegamos a tiempo (mentira), nos dicen que el taxi son 15/20€ ida y 15€ vuelta (mentira otra vez). Nos piden incluso que si podemos cancelar la reserva. Posteriormente nos preguntan por nuestros próximos restaurantes y nos vuelven a insistir que están muy lejos y que no vayamos (estaban a 10 minutos y 5€ en taxi). A todo esto, nosotros teníamos que salir rápido de la riad para poder llegar a nuestra reserva y nos seguían echando la bronca diciendo que habíamos tomado malas decisiones, creando una situación realmente incomoda. Finalmente nos enseñan la habitac