Nos dieron una habitación enfrente del hotel, como un aparthotel. Estuvimos muy cómodos los 4, porque era una habitación grande. Con ascensor y baño muy bien. Lo único la puerta del lavabo estaba estropeada y hacía mucho ruido. Y por último, no tenía aire acondicionado, solo un ventilador que apuntaba a la cama de los niños o a la nuestra, por lo que dormir con el calor que había en París, fue complicado.