8/10
Hotel pequeño en una casa muy bonita en el barrio de las embajadas, alejado del centro al lado del parque de l'Orangerie. No tiene ascensor y nuestra habitación era pequeña en la buhardilla, subimos 3 pisos por escalera estrechísima. (Mi marido mide casi 2 metros) Cama bien, pero de un lado bajo el techo. Espejo inclinado en el techo del baño que daba vértigo.No hay mini bar pero si cafetera y hervidor con servicios. Mi nota general es buena por el servicio, desayuno de calidad y el sitio agradable, pero el equilibrio calidad/precio es malo. Demasiado caro.
Viajero verificado
Viaje de 1 noche