Las habitaciones son geniales, amplias, con terraza, hidromasaje... El personal de recepción, animación ha sido muy agradable y simpáticos.
Lo malo que vi que es un hotel abierto y hemos pasado algo de frío, no había calefacción y en la habitación nos dijeron que no había calefacción ni aire caliente, entiendo que es Canarias pero te quedabas fría en noviembre en la habitación, casi mas que en la calle e igualmente me pasa al ducharme. El personal con mejor atención sin duda la recepción. El servicio de restauración nos ha decepcionado muchísimo. Preguntamos el primer día el horario del comedor para cenar para saber a que atenernos e ir con tiempo aun así una chica de las que cobraban antes de casi decirnos buenas noches estaba diciendo que pronto cierran, siendo horario de cenas todavía, otro día viene a pedirnos el ticket porque tiene que cuadrar la caja, cuando no habíamos bebido nada. Entiendo que avisen cuando van a recoger los platos de hecho se agradece pero antes incluso de sentarnos que te digan daros prisa, o vamos a recoger o cosas similares no es buena manera de empezar la noche, de hecho rezaba cada noche porque esa chica no estuviera, porque cada noche algo soltaban y eso condicionaba el resto de la cena. Los chicos del restaurante eran mas amables y se cenaba mas a gusto. Decir tambien que me quitaron varias veces los platos con comida, aun teniendolos en mi mano me los quitaron, en la vida me había pasado y no ha sido ni un dia ni dos sino bastantes