10/10 Excepcional
14 de septiembre de 2017
Pequeño paraíso en la caótica Siem Reap
El Hotel está un poco alejado del centro, unos dos kilómetros, lo que significa que también está alejado del barullo de Seam Reap. Disponen de bicicletas gratuítas para los clientes, que nosotros utilizamos todos los días sin ningún problema. Recibimos un upgrade de habitación y nos alojamos en una cabaña con terraza maravillosa. Todos los detalles super cuidados y la cama super confortable. El desayuno se pide a la carta, y también era muy bueno. El hotel dispone de una piscina que es una delicia después de un día de calor y humedad visitando los templos. El staff fantástico, siempre dispuesto a responder a nuestras preguntas y a ayudarnos, y nuestro tuktuk para las visitas de los templos fue muy amable (aunque su ingés era muy limitado). El día de mi cumpleaños, aparecieron por la mañana con una tarta y cantándome cumpleaños féliz! Qué sorpresa! Lo único que mencionaría como punto negativo es que no tienen una gran carta de comidas/cenas, pero hay muchos resturantes en los alrededores. Un 10 para este mágnifico hotel y sus empleados! Bravo!
Elena
Elena, viaje en pareja de 4 noches
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