Nos alojamos en una suite (223 para ser exactos) con vistas a la ciudad (viendo las casas que había cerca del hotel nos pareció que pagar un suplemento por la vista al mar no valía la pena).
El hotel muy moderno y cuidado. La habitación era enorme, un baño muy grande y muy bien cuidado. El salón grande, con armario, sofá camá grande, minibar, TV de pantalla plana (es curioso que todavía hay que destacar esto, siguen existiendo los de tubo)... su propio aire acondicionado.
La habitación, muy grande también, con su propia TV, aire acondicionado independiente y armarios con caja fuerte. Colchón cómodo.
Tanto del salón como de la habitación se podía salir a un enorme balcón con sillas y una mesa.
Cabe destacar que los estores de toda la habitación eran motorizados y eso es un excelente detalle.
La gente super amable en todo momento, el parking incluido en el precio de la habitación, la wifi de muy buena calidad en las habitaciones y el desayuno (que he leído comentarios donde se quejaban de la abundancia) a mi gusto, ha sido perfecto.
Variedad de bollería, frutas frescas, pan, cereales, fiambres, etc... no faltaban el bacon y huevos, etc... no sé qué quiere alguna gente, pero para mí había de todo y en muy buena variedad, con una persona reponiendo todo lo que se acababa en todo momento.
La zona de piscina muy bien (la zona del spa no la utilicé) aunque como en todo lo que se acerca al norte, mucho viento, pero esto no es culpa del hotel :))