La pensión está muy buen ubicada, imposible mejor, porque está ahí mismo cerca de todo pero no tiene bulla por lo que se descansa.
La gente muy simpática y atenta, todo siempre muy limpio. Todo el tiempo tienes agua, te y café, además unas galletitas.
El único pero es la cama y almohada, no eran cómodas, el colchón duro y se sentían los resortes y la almohada pareciera que tuviera muchas pelotas de algodón dentro, eso es algo que podrían mejorar, el resto espectacular yo feliz me volvería a quedar aquí