Experiencia inmejorable, no podria pedir mejor trato, mejor ubicación, mejor instalación, restaurante a conducción familiar, sito en las instalaciones de una antigua residencia nobiliares, peretnecida al medico del pueblo, tiene estructura parecida a un castillo, y justo se encuentra en frente al pueblo y a su impresionante casco antiguo amurallado, desde donde se puede observara su belleza y conectado por un puente rodeado por un torrente, en un entorno espectacular y casi magico de cuentos de hadas. El hotel tiene un aspecto familiar porque todas las estancias son decorada como si fuera una vivienda particular, ubicado en dos plantas, en la prmera se encuentra a parte las habitaciones, un salon muy coqueto y un espacio donde se puede desayunar, con una buena variedad de productos, el ventanal da al jardin y ademas se puede elegir desayuanr en la preciosa terraza, que da al rio. La amabilidad del personal es destacable. No podria haber sido una estancia más perfecta