Se demoraron en el check-in señalándome en repetidas ocasiones que había solicitado una habitación doble en vez de simple, aún cuando les mostré, también en repetidas ocasiones, los datos de mi reserva como evidencia.
Durante la espera, se acercaron otros huéspedes y no dudaron en dejarme en pendiente y atenderlos primero antes de terminar con mi check-in.
En general, las instalaciones del hotel son cómodas pero el servicio deja mucho que desear, sobretodo a la entrada. Además de la demora del check-in y la displiscencia para atenderme y pasarme por alto con la llegada de más huéspedes, los frigobar estaban cerrados con llave y había que solicitar abrirlos, las mamparas para el balcón no tenían seguro, lo cual fue incómodo para la persona que viajó conmigo y para quien reservé la segunda habitación y el balcón de la habitación resultó ser literalmente un terral con una capa de polvo espesa que claramente no había sido barrido o aseado en semanas.
Para terminar una pobre experiencia, en el menú del restaurante se jactan de un lomo saltado especial (más caro que otro lomo saltado tradicional en la misma carta) que supuestamente se preparaba con carne prime pero que resultó ser una de las peores carnes que he comido. Nadie creería que la carne que utilizan es Prime luego de probarla.
Si Chimbote tuviera más oferta de hoteles, no recomendaría este hotel para nada pero lamentablemente el estándar es tan bajo que hace de este hotel uno de los más decentes.