La habitación que nos tocó era muy bonita, fuimos solo para una noche y la verdad es que nos gustó bastante.
El problema principal es que estaba bastante encajonada y el edificio de al lado nos tapaba toda la luz del sol, así que era fría y un poco oscura.
Por la noche, cuando estabas en silencio, se podía escuchar a los otros huéspedes caminando hacia sus habitaciones.
A pesar de que está bastante nuevo, esta un poco lejos del casco antigüo, así que si lo que quieres es caminar, esta muy bien, pero sino, es mejor que cojas el coche.
La dueña, Flora, fue muy amable desde que entramos hasta que nos fuimos. Nos informó de visitas que podíamos hacer con otros huéspedes del hotel, o si queríamos ir solos, también nos dijo sitios interesantes donde ir.
Para desayunar nos dijo que fuéramos á una cafetería cercana y nos dio unos vales descuento.
En general estuvo muy bien, y desde luego que repetiremos.