Mount Irvine Bay Resort ofrece una playa privada donde disfrutar de sombrillas, cócteles en la orilla, y tumbonas, además de actividades como submarinismo, esnórquel y surf o bodyboard en las inmediaciones. Cuenta con una piscina al aire libre para darte un chapuzón, y un spa donde regalarte un momento de relax, con masajes, envolturas corporales o tratamientos faciales. En Sugar Mill, uno de los 2 restaurantes disponibles, podrás degustar cocina internacional durante el desayuno, el almuerzo y la cena. Entre las instalaciones destacan también 3 bares con salón, un campo de golf y un bar junto a la piscina. A otros viajeros les encanta la amabilidad del personal.