Lo mejor del hotel: el tamaño y comodidad de la habitación, mobiliario limitado pero suficiente. Silenciosa y buena calidad de sueño. Los edredones, aunque de verano, eran excesivos y no había alternativa.
Desayuno variado, buenas instalaciones.
Se puede aparcar en las inmediaciones del hotel evitando las calles más próximas, que son de pago, nosotros aparcamos en un pequeño descampado entre el hotel y otras casas.
Lo peor: dispone de muy poco personal y éste no es amable, quizá porque les obligan a encargarse de muchas tareas al mismo tiempo. Está a 2,5 Km del centro, distancia en llano que para paseantes como nosotros no resuta un inconveniente, pero que otros visitantes si deben tener en cuenta.