Cumplió lo prometido y más. Habitación pequeña pero impecablemente limpia, baño limpísimo, reponían toallas y amenities a diario, teníamos café, agua y galletas en la habitación por cortesía del hotel y el desayuno del comedor fue suficiente para nosotros (tipo continental, con dulces y salados variados, sencillo pero más que cumplido). El personal del hotel fue muy amable y simpático con nosotros y nos ayudó mucho con desplazamientos, indicándonos sitios para comer, etc. La ubicación es perfecta, al lado de Victoria Station y a un paseo corto del palacio de Buckingham. Si volvemos a Londres repetiremos seguro. Nos ha encantado el hotel.