Este hotel se encuentra fuera de la parte antigua de la ciudad, pero relativamente cerca y en una zona muy tranquila. Muy cerca del bazar nocturno.
El hotel es muy lindo, tranquilo y acogedor, con una arquitectura y decoración muy rústica y tradicional. Esta completamente hecho en madera, las habitaciones son muy amplias, bien dotadas y con una limpieza impecable.
Diariamente dejan dos botellas de agua en la habitación y café instantáneo, además cuentan con servicio de lavandería por muy buen precio.
La tarifa incluye desayuno, con una amplia variedad de opciones tanto orientales como occidentales.
El front desk cuenta con información completa de toures y la atención del personal es sobresaliente, siempre con uña sonrisa y disposición para atender las inquietudes y necesidades de los huéspedes, desde el momento de la llegada cuando no se ofrecieron un mañana con las opciones gastronómicas cerca, hasta el check out, cuando nos ayudaron a conseguir transporte.