Es difícil ser tan malo ...
1. No servía el aire acondicionado (lo sabían y así nos dieron la habitación, esperando a ver si no nos quejábamos con 35°C).
2. No sirve la televisión ni las tomas de corriente.
3. En dos ocasiones encontramos tres cucarachas en el lavabo.
4. No hicieron limpieza de la habitación (y no hay tarjetón para indicar que quieres que hagan la limpieza).
5. Las llaves se desprograman a cada día y hay que pedir que las activen.
6. La alberca del hotel no sirve, y pusieron una para unos huéspedes, pero ocupando uno de los 10 lugares de estacionamiento.
7. En turno nocturno está un conserje que se queda dormido al grado de que le tienes que gritarle a 30 cm para que se despierte.
8. Espejo del armario roto y es un peligro para niños.
9. Las mesas del restaurante están sucias.
10. No hay una mesa o escritorio para colocar maletas ni descansar en la habitación.
11. Y la joya de mi experiencia: olvidamos un traje y un vestido después de hacer check out, tenían mi número telefónico y prefirieron "guardarse" la ropa ya sin gancho ni porta traje, al regresar a pedirla hasta con mala cara nos devolvieron todo por separado hecho bola en una bolsa de tianguis.
Lo que sí nos gustó:
1. La atención de los meseros en el buffet (la comida es simplemente aceptable)
2. El café de olla sí les queda bueno, pero se acaba rápido
3. Es pequeño, sencillo y acogedor, ningún lujo que por el precio se extrañe