Bastante bien, personal muy amable y servicial. Piscina, entorno y habitaciones muy bien cuidados.
Pero se encuentra en un lugar bastante alejado de restaurantes, cafeterias y ocio. Les recomendaría a los propietarios que pusieran maquinas para vender cola, patatillas, etc, ya que si quieres algo de esto tienes que caminar unos 10 minutos a pie.
La carta del restaurante es completamente tailandesa, en ese aspecto hay muy poca variedad