En principio, fue una gratísima sorpresa la comodidad y belleza de la habitación. Además, la limpieza era absoluta y la calidad del servicio de primera categoría (ya que está atendido por su propio dueño). Por otra parte, la ubicación era muy útil tanto para caminar a los lugares turísticos más conocidos o, directamente, para tomar un autobús o el metro. Además, el hotel está muy cerca de bares y restaurantes de todo tipo. Otro punto a destacar es el servicio de desayuno, que cuenta con una variedad amplia de productos. Sin dudas, le recomendaré este lugar a conocidos o volveré en caso de visitar nuevamente Roma. Muy recomendable. 10 puntos.