Estuvimos 3 personas de viaje en Marrakech; el lugar maravilloso. Nosotras llegamos de noche y las calles del zoco al llegar impresionan, son calles pequeñas y con los comercios cerrados parece un lugar lúgubre, pero nada más lejos de la realidad. De día se respira una atmósfera de vida por todos los rincones. El hotel maravilloso, íntimo pero cómodo, en pleno zoco y cerca de todo, el personal muy amable, sobre todo la recepcionista Siham que siempre tiene una sonrisa y están dispuestos a ayudarte en tu estancia. Volveremos a repetir sin duda por la ciudad, el hotel y sus gentes que ya ocupan un muy buen lugar en nuestros corazones. Un saludo para todos.