Es un alojamiento extraordinario. Hermosa casona con muchos toques que la hacen especial, ubicación inmejorable y la atención del personal súper profesional y servicial.
Las camas extra cómodas, dormimos como hace mucho no lo hacíamos.
La recepcionista, el velador, cocineras, meseros, todo extraordinarios.
La chimenea, el agua de la regadera con mucha presión y calientita.
10 de 10. Volveremos sin dudar.