Excelente ubicación, podía ir a pie a restaurantes, tiendas de souvenirs y al Puerto Viejo. También podía tomar el burro o teleférico a pocos pasos para ir a Old Port. A pocos metros tenía la estación de buses que me trasladaba a Oia, playas, aeropuerto, o cualquier otro lugar.
Me encantó la amabilidad de la señora de la recepción, me ofreció desayuno y siempre me orientó para saber dónde ir o qué era lo que más me convenía para hacer durante el día.
Antes de viajar, la señora Vlavianou Margarita me dio los precios de traslado desde el aeropuerto a Fira y me envió las indicaciones para encontrar el hotel fácilmente. Sin lugar a dudas, conviene tomar el autobús por precio.