El hotel está hermoso, super cómodo y con muchos elementos modernos, pero con el aire de Brujas, me encantó la habitación, los pisos, el baño, la cama super cómoda, el detalle de tener un ipad en la habitación y poder poner musica en un sistema de bocinas. El desayuno muy rico y el café delicioso, te sientes como en casa y la ubicación del hotel inmejorable, a un costado de una iglesia encantadora y a tres pasos de la plaza principal, simplemente increíble y romántico que era lo que buscábamos para nuestra luna de miel. Super recomendable!