El personal es super amable y enfocado absolutamente al servicio al cliente. Los jardines son maravillosos. Los desayunos abundantes, surtidos y sabrosos. El servicio del restaurante a un precio razonable, un ambiente encantador y el sabor delicioso.
El área social del bar muy agradable y cómodo, con mesa de billar, asientos acogedores y con muy buena señal de internet.
Los senderos agradables y de una dificultad estandar. Apenas para caminar con calma y mirar en los alrededores, buscando flora y fauna local.
Lo que mejoraría sería el tamaño de la habitación. Muy pequeña y sin sillas ni espacio para estar. El colchón muy duro y no llegaba el internet a las habitaciones.