Hemos pasado cuatro noches en el hotel, la ubicación es inmejorable. Cerca de muchos pubs y restaurantes y con un ambientazo durante todo el día, a pesar del frío. El hotel correcto, habitaciones un poco apretadas por las maletas pero bien en general. El fallo del hotel es el desayuno, no por su variedad sino por los camareros, sin experiencia ninguna ni capacidad de resolver los problemas. El último día una camarera bajita de pelo negro llego a tirar hasta en 4 ocasiones bandejas con vasos y rompiendo y haciendo estruendos. En una de esas cuatro veces, me derramo lo que quedaba en una taza por toda mi ropa y lejos de disculparse, grito no sé que en su idioma y se largo corriendo. Ademas el mal ambiente entre los trabajadores del buffet se notaba aun sin entender el idioma. Tienen mucho que mejorar en ese aspecto. Los recepcionistas muy correctos, pero el personal de restaurante un horror.