Este B&B se encuentra a aproximadamente 15 minutos de la estación y a la misma distancia al centro de la ciudad de Brujas. Los dueños se mostraron atentos a lo largo de nuestra estancia, que nos vimos obligados a prolongar por una noche más por motivo de los desgraciados atentados en Bruselas. Se trata de una vivienda de varios pisos con empinadas escaleras transformada en pequeño hotel cuya parte de abajo posee un pequeño comedor con vistas a un recoleto jardín. Nuestra habitación era pequeña aunque sin agobios: TV con múltiples canales internacionales, un amplio armario, cómodas camas y un práctico cuarto de baño. Excelente señal de wi-fi. No obstante, su gran atractivo se encuentra en el suculento desayuno junto con la atención recibida. Los anfitriones nos ofrecieron productos de la zona y variaban el menú de un día para otro. Siempre acompañado de un buen café y chocolate caliente. En definitiva, fue una muy agradable estancia con una gran atención y con el aliciente del disfrute de un excelente desayuno que nos ayudó a llenar el depósito para resistir las largas caminatas por las hermosas calles de Brujas.