Es como estar en un cuento medieval,desde que se ingresa. La casa es de 1400 y faltaría que aparezca gente vestida de época para creer en un viaje en el tiempo. Brujas es hermoso, realmente,pero daba más ganas de estar en la mágica casona que en los alrededores. El lugar es inmejorable,cerca de todo. Inclusive se ubica junto al puente del amor. Las vistas externas de iglesias, jardines y canales es increíble. Valió cada peso de su costo y no dudaría en volver.
Su propietario es un artista que le da no solo su toque a la casa, sino que genera un ambiente que colabora con la magia del lugar ..y como si fuera poco, habla español a la perfección.
El desayuno es una experiencia que llamaría Gourmet. Un plato detrás del otro, exquisitos, elaborados y sorprendentes.
El mejor alojamiento por lejos, de todos los que hemos visitado en nuestro viaje de 3 semanas.