Nuestra estancia anterior (2015)nos había dejado el suficiente buen sabor de boca como para repetir, pero los cuatro días que acabamos de pasar en este hotel han echado por tierra todas las expectativas.
En cuatro días sólo dispusimos de los enseres de baño el primer día, no volvieron a reponerlos, es decir, tienes que llevar gel y champú en la maleta.
El tercer día, a pesar de haber dejado la habitación con el cartel de "disponible para realizar la limpieza ", al regresar sobre las 14.30 horas, seguía tal cual, sin limpiar.
Nos explicaron que habían empezado por las habitaciones que dejaban unos huéspedes y que recibían otros y que no les había dado tiempo a limpiar las de los que no nos habíamos marchado del hotel.
La tarifa que nos cobraron fue la de una hab con vistas al lago y no era ésa la condición de nuestra habitación, pequeña y sin luz natural.