Nada más llegar el primer día nos ha recibido una recepcionista de lo más antipática, nos dieron una habitación (333) la cual estaba en condiciones pésimas, poca iluminación, paredes con manchas, moqueta desgastada, parecía que hubiésemos pasado del hotel a un cuchitril. Evidentemente reclamamos y nos concedieron algo más “higiénico ”.Despues hemos perdido la llave de la habitación (algo normal de lo más común) nos han hecho pagar 50€, por el supuesto cambio de cerradura, este no es el problema, el problema es que en el papel que se firma cuando se entra al hotel no lo pone, lo pone de manera rebuscada en la página web de la cadena hotelera, en apenas un párrafo. En general en la recepción del hotel el trato a sido bastante pésimo, por no decir horrible, tanto que uno de los recepcionistas se ha puesto de malos modos a refunfuñar y hacer malos gestos por tener que abrirnos la puerta debido a la pérdida de la llave(su nombre: Abraham). Lo único bueno que cabe destacar del hotel es su situación geográfica muy cerca de las estaciones centrales, por el resto no lo recomendaría para nada.