El hotel es muuuuuuuy bonito, con vistas de la ciudad y muy bien ubicado. Hay que tomar en consideración que es una remodelación (muy bien hecha) de una casa antigua, por lo que los delicados para dormir deben llevar tapones, ya que los pisos son de madera y se escuchan los pasos de los pisos superiores. Pero el personal es extremadamente servicial. La ubicación maravillosa por que se encuentra cerca de la Basílica y un poco lejana del mero centro que es ruidoso. MEGA ULTRA recomendado, si regresara volvería a quedarme en él. El WiFi era el único problema, era muy lento en las habitaciones, pero el desayuno y café disponible las 24 hrs, así como los espacios generales muy agradables.