Unos días antes de llegar, he recibido un e-mail al cual (mi error) no presté atención, entonces al llegar ahí nos dimos cuenta de que no existe una recepción ni nadie que te ayude, y no teníamos internet ni señal para poder comunicarnos a los números pegados en la sección de noticias, gracias al cielo un chico que acababa de llegar nos ayudó y fue así como dimos con el mail para poder canjear el código por la llave en el buzón. Si hubiéramos visto el mail antes, nuestra experiencia hubiera sido mil veces mejor pero no fue así, en verdad creímos que ya nos habíamos quedado fuera. Nuestro cuarto tenía calefacción pero no importaba si estaba en lo más alto o en lo más bajo, hacía DEMASIADO calor y no existe manera de apagarlo, por lo que tuvimos que abrir la ventana para refrescar un poco el cuarto, claramente no es lo ideal pero no podías dormir del calor. No se hace limpieza, hasta el último día que te vas, que tiene que ser a las 11:00 un minuto más y ya tienes a alguien en tu puerta queriendo entrar a hacer el cuarto. No está cerca del centro pero hay transporte a unos cuantos pasos, muy fácil de usar aunque no conozcas para nada. Aún así si deseas que tu estancia sea privada, sin ruido y tranquila si recomiendo este lugar.