La habitación era espaciosa, cómoda y limpia, aunque a las cuatro de la mañana, empezó a sonar un ruido como de un aparato de aire acondicionado o agua descargando constantemente, que estuvo un par de horas y no permitía dormir y descansar. Por algún comentario que he leído, creo que no soy el único al que le ha pasado. Al comentarlo en recepción, por la mañana, se hicieron los "suecos", pero por la cara de la chica, ya sabía de que hablaba. El chico que nos hizo el Checkin, solo estaba interesado en que pagáramos el parking. Le dijimos que antes de nada, íbamos a ver si aparcábamos por la zona, y se molestó, haciendo el comentario de que si pasaba algo, el no era responsable de ello. Hay un parking de ORA al lado del hotel y por dos euros, dejamos el coche hasta el día siguiente sin problemas (está correos ahí, y hay cámaras). El desayuno, estupendo y el trato de las chicas que lo sirven, inmejorable. La zona no me hizo mucha gracia. No sé si es problemática o no, pero no me parecía de fiar.