Franquicia de la cadena hotelera Super 8, gestionada por un señor (por decir algo) con muy malas formas, que a mí por ser mujer, no se dirigía. Estaba la habitación a mi nombre, y era reacio a darme a firmar el check in. La habitación estaba bien, sin más. En el desayuno incluido apenas había un par de rebanadas de pan, y unos cereales (de hecho, la gente que fue un poco más tarde a desayunar, ya no quedaba nada).