Hotel bonito, con instalaciones muy cuidadas y rodeado de grandes jardines con todo tipo de vegetación. La zona en la que se encuentra, tiene poco encanto hay varios edificios a medio construir y solares alrededor. Está a un paseo de la playa más cercana (10 min), playa de aguas cristalinas, pero no muy paradisíaca. El staff muy amable y servicial. Desayuno escaso y de calidad media (se espera más de un resort de 5*). Piscinas no muy grandes, pero magníficas, con buenas hamacas y servicio de toallas. Habitaciones grandes, pero poco luminosas en función de la altura y orientación. Ve preparado, porque todo el complejo está construido en una gran pendiente....cuestas, muchas cuestas.