La estancia en este alojamiento ha sido maravillosa. Estuvimos cuatro amigas un fin de semana de noviembre. Todo fue perfecto, la limpieza ejemplar, los empleados, cualquiera de ellos, muy amables, la habitación con amplitud para cuatro personas, las camas, muy cómodas. Con una terraza acristalada, de la cual sacamos hasta fotos, porque la decoración era muy bonita, al igual que la de otras estancias. Muy céntrico. Por poner una sola pega, que ya se lo dijimos a los empleados, le faltaba un espejo más y además, de cuerpo entero. En determinados momentos, como cuando nos teníamos que arreglar o maquillar, un espejo pequeño sobre el lavabo, era insuficiente. Pero confiamos en que la próxima vez que volvamos, habrá más de un espejo.