Pasamos tres días fantásticos en el Relais Orso. No puede estar mejor ubicado, a unos 200 mts. de Piazza Navona y saliendo del hotel hacia el otro lado, muy cerca por una escalerilla se accede a la avenida que bordea el Tíber, quedando así a corta distancia del Trastévere, Castel San Angelo, Vaticano. Pudimos visitar todo a pie. Limpieza óptima. Muy buena atención en la recepción, el personal realmente soluciona toda inquietud. Alguna que otra vez no funcionaba el ascensor, pero es un detalle mínimo. Lo recomiendo, por supuesto.