Situación perfecta, muy cerca de Sevilla y del mar, encanto de la decoración y de todos los elementos artísticos, habitación bien grande y muy agradable, personal muy servicial y atento, comida deliciosa. A pesar del mal tiempo y de la lluvia, me sentí muy bien en este hotel, el espacio alrededor muy relajante - que paz - , la gente tan acogedora, la atención del personal para ayudarme a pasarlo bien con el niño que me acompañaba, un fin de semana muy bonito. .Todo un éxito.
Uno se va de allí pensando: Volveré y lo voy a recomendar a mis amigos.