El hotel está bien situado en Kowloon a un par de minutos de la estación de metro de Jordan. Un hotel moderno y limpio, con una terraza-bar con vistas en el piso superior. La recepción es correcta, sin problemas con el inglés (esto ya no es China profunda). Las habitaciones son suficientemente amplias y confortables, con baño completo y equipado con lo esencial para la limpieza personal, incluido secador. El wifi funciona correctamente. Para el desayuno hay que ir a lo que parece haber sido un club, un espacio agradable y poco convencional para desayunos. La comida es un buffet escaso aunque suficiente.