El hotel (hostal) es una buena decisión en función de lo que pagas por hospedarte. Los cuartos son amplios. 15 huéspedes en 3 habitaciones y todos con cama propia. Viajando en familia es una buena oportunidad para conocer Cuzco a pie, está a 4 cuadras de la Plaza de Armas y el camino es seguro. Al llegar pareciera que cometimos un error en haber reservado ya que está en un callejón tipo película de Bruce Lee (con todo y restaurante Chifa en la esquina), pero ya dentro es apacible y cumple con el requisito de limpieza y accesabilidad que estábamos buscando. El desayuno incluido es sencillo, muy sencillo: jamón, pan, queso, jugo (de caja), yogurt para beber, café y te, aunque la ventaja es que la cocina está habilitada para que si compras tus alimentos te puedas preparar unos huevos o fruta. El personal del hotel no es precisamente el más divertido o ameno, pero tienen claro cuales son los destinos turísticos de la ciudad y sus alrededores y siempre te dan el apoyo para desplazarte a donde quieres ir y sus recomendaciones son buenas.
No es un hotel que tenga pretensiones, ni es para estar ahí recluido. Las instalaciones comunes son insuficientes y por decirlo así, viejas, La televisión del cuarto es del siglo pasado!
Si es un hotel para llegar a dormir cuando realmente has caminado todo el día, para darte un baño y dormir apaciblemente (con excepción del ruido de la misma ciudad, que en temporada decembrina es alto...)